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El uso de imanes como agente terapéutico tiene raíces en la antigüedad. La primera evidencia se encuentra en un texto de China, que data  2000 años antes de Cristo.  En el «Libro de Medicina Interna del Emperador,» se recomienda la aplicación de piedras magnéticas para corregir el desequilibrio de la energía Chi o fuerza vital. La magnetoterapia es un método moderno de fisioterapia en la que el cuerpo humano se influencia por campos magnéticos de baja frecuencia constante o pulsada. El campo magnético tiene una acción anti-inflamatoria, analgésica y sedante, mejora la micro circulación de los fluidos fisiológicos y estimula la regeneración y los procesos de curación de los tejidos. La magnetoterapia se utiliza en la profilaxis y tratamiento en condiciones post operatorias, tromboflebitis, venas varicosas en la piernas, bronquitis, asma bronquial, pulmonías, cardiopatía isquémica, hipertonía, enfermedad vascular cerebral, enfermedad de úlcera péptica, gástrica y duodenal, osteocondritis de la columna vertebral, lesiones de los tejidos blandos, fracturas óseas, lesiones deportivas, artrosis, artritis, artritis reumatoide, dermatitis, dermatosis, neurosis y otros. La amplia gama de efectos terapéuticos del campo magnético convierten los imanes en  tecnología del futuro. La facilidad de aplicación de los dispositivos magnéticos, la inocuidad de sus efectos, la falta de efectos secundarios y su económico precio son un requisito previo para una mayor aceptación de este método de prevención médica alternativa en casa.

BASES FÍSICAS DEL MÉTODO DE MAGNETOTERAPIA DE PULSACIÓN DE BAJA INTENSIDAD

En los tratamientos mediante magnetoterapia la parte afectada del cuerpo es influenciada con campos magnéticos constantes, variables, de impulsos o giratorios. Con la excepción de la hemoglobina que contiene óxido de hierro, las células de los tejidos biológicos muestran pobres propiedades magnéticas, de modo que no interactúan con el campo magnético. El debilitamiento del campo magnético con la distancia en los tejidos biológicos tiene el mismo carácter que en el espacio libre y se hace proporcional con el cuadrado desde la distancia a la fuente. La base del efecto curativo del campo magnético se encuentra en una famosa ley de la física; “a la carga eléctrica en movimiento en un campo magnético le influye una fuerza perpendicular al vector de velocidad de la carga”, conocida como la fuerza de Lorentz.

La fuerza es constante en un campo magnético constante y tiene dirección variable en el campo magnético variable. Este fenómeno se lleva a cabo en todos los niveles en todo el cuerpo (atómico, molecular, subcelular, celular, tisular y sistémico). Como resultado de las fuerzas de Lorentz en las moléculas del tejido biológico surge un momento giratorio, bajo el efecto del cual las moléculas se disponen a lo largo del eje de simetría de rotación. Esto conduce a un cambio positivo en las propiedades de las membranas celulares y en el interior de las estructuras celulares, los procesos de difusión y osmótico, el estado coloidal de los tejidos y otros. Bajo la acción del campo magnético se modifica el potencial eléctrico de las moléculas, las membranas celulares  y el tejido biológico, lo que resulta en un aumento significativo del nivel de reacciones metabólicas, las reacciones redox, y la oxidación de los radicales libres.

 Los efectos positivos de la magnetoterapia

Bajo la acción del campo magnético mejora la circulación de la sangre, de modo que las células individuales suministran más oxígeno. Mejora la nutrición celular y la excreción de productos metabólicos, lo que acelera el tratamiento, produciendo una ráfaga de energía, disminuyen los síntomas de estrés, la depresión y los dolores desaparecen.

La magnetoterapia es muy eficaz en los huesos rotos. En tales casos, a menudo parte del tejido dañado muere, lo que provoca problemas en el tratamiento. En los huesos existen potenciales eléctricos que están involucrados en la construcción del hueso. Cuando hay una rotura la parte dañada del hueso esta en reposo y por lo tanto está limitada la circulación de la sangre y la linfa, lo que dificulta el tratamiento.

El uso del campo magnético de pulsación crea condiciones favorables para acelerar la circulación de los fluidos corporales, lo que favorece la cicatrización.

Las capacidades del tratamiento magnético no se limitan al tratamiento de las fracturas. La terapia magnética tiene un efecto positivo en el tratamiento de las lesiones deportivas (golpes, ligamentos estirados, codo de tenista, enfermedades de las articulaciones, Parkinson, así como en el tratamiento de la depresión). Con la fuerza del campo magnético se impide la formación de la cicatriz después de la curación de heridas y otras lesiones en la piel.

La magnetoterapia puede ser utilizada por cualquier persona. La excepción se hace sólo para las mujeres embarazadas (no hay suficientes pruebas sobre su efecto en el feto) y las personas con un marcapasos incorporado (bajo la acción de impulsos magnéticos, el corazón puede variar de ritmo).

Los tratamientos con magnetoterapia de impulsos de baja frecuencia son particularmente efectivos en la prevención de las siguientes enfermedades:

Reumatismo – en pacientes con reumatismo, que sufren de una intensa inflamación de las articulaciones muestra un aumento en los niveles de cortisol, lo que detiene el proceso inflamatorio.

Parkinson – en la mayoría de pacientes disminuyen significadamente las limitaciones al caminar y aumenta la capacidad de concentración.

Depresión – con la estimulación magnética se consigue una notable mejora en el estado de ánimo y el efecto se mantiene con el tiempo.

La osteoartritis – en esta enfermedad el cartílago de las articulaciones está degradado, lo que provoca un gran dolor. La terapia magnética reduce el dolor y limita los procesos de destrucción del cartílago.

Dolor – todo tipo de dolor, independientemente de su origen, se alivia con un campo magnético. Actúa sobre el sistema nervioso autónomo, que transfiere la sensación de dolor y por lo tanto reduce el dolor.