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La utilización medicinal del campo magnético de baja frecuencia o de alta, recibe el nombre de magnetoterapia. Se basa en el magnetismo, un conjunto de fenómenos físicos que podemos controlar para aplicarlos en tratamientos específicos. Es sorprendente lo que puede lograrse con esta técnica, por lo que te invitamos a seguir leyendo para conocerla mejor.

¿Qué es la magnetoterapia con campo magnético de baja frecuencia?

La magnetoterapia es un recurso terapéutico no invasivo, eficaz e inocuo. Consiste en la aplicación de campos magnéticos pulsantes artificiales. Las células de todo el organismo funcionan gracias a complejos y delicados equilibrios biológicos, eléctricos y fisicoquímicos, y en muchas patologías existen desviaciones que causan una alteración energética.

Dos parámetros nos permiten ajustar los tratamientos a las necesidades del paciente. Por un lado está la intensidad, que se mide en unidades llamadas gauss (G), y de la frecuencia expresada en hercios (Hz). Se administran en tres modalidades terapéuticas.

  • El campo magnético estático, para lo que se colocan los imanes directamente sobre la piel. Van incorporados a accesorios, como colgantes o pulseras.
  • La magnetoterapia electromagnética, en la que se utiliza una carga eléctrica para generar campos magnéticos pulsantes, que restablecen el equilibrio energético celular. El término «pulsante» se refiere a la administración intermitente, mediante paquetes de ondas sinusoidales.
  • La acupuntura magnética, en la que se sustituyen las agujas por imanes.

Tratamientos mediante magnetoterapia con campo magnético de baja frecuencia

La indicación para utilizar magnetoterapia de baja o de alta frecuencia dependerá del curso de la patología que vamos a tratar, si es aguda o crónica. Recurrimos a un campo magnético de alta intensidad y con una frecuencia inferior a los 100 Hz.

Las sesiones mediante magnetoterapia con campo magnético pulsante de baja frecuencia se dirigen a tratar los estados inflamatorios y los tejidos duros: huesos y articulaciones. Por esa razón, verás que tienen utilidad en diversos casos, como los siguientes.

  • Artritis de diversos orígenes: úrica, reumatoide, etc.
  • Consolidación de fracturas.
  • Osteoporosis.
  • Posoperatorios de prótesis.
  • Bursitis.
  • Hernias discales.
  • Síndrome del hombro doloroso.
  • Osteomielitis.
  • Luxaciones.
  • Lesiones de los ligamentos.
  • Calambres o espasmos musculares en lumbalgias o dorsalgias.
  • Magnetoterapia de rodilla en las artrosis o artritis en esta articulación.

Beneficios

Ya te comentamos que esta terapia es no invasiva, inocua y eficaz. Sin embargo, hay más ventajas que te gustará conocer.

  • Los dos polos magnéticos proporcionan distintos efectos: el negativo contrarresta los procesos inflamatorios y el dolor, mientras el positivo transmite energía a los tejidos y los equilibra.
  • No existen efectos secundarios y los tratamientos no generan molestias ni dolor.
  • Es compatible con diversas terapias, por lo que no es necesario suspender ninguna para administrar el campo magnético pulsante de baja frecuencia.
  • Existe un estímulo trófico del tejido óseo y del colágeno. Es decir, se inicia un proceso de fortalecimiento, regeneración y nutrición de los tejidos que estimula el crecimiento sano y la cicatrización.
  • Actúa desinflamando los tejidos y elevando el umbral del dolor en los receptores, con lo que se consigue el alivio de los síntomas.
  • El tono simpático del sistema nervioso periférico disminuye, y la contracción muscular dolorosa desaparece, aliviando las patologías agudas o crónicas.

Sin embargo, también hay que hablar de magnetoterapia y contraindicaciones. No se debe aplicar en síndromes hemorrágicos o heridas, embarazadas, personas que sufran de infecciones agudas o crónicas, cardiópatas o portadores de marcapasos.

Alta intensidad y baja frecuencia vs. baja intensidad y alta frecuencia

La magnetoterapia de baja frecuencia oscila entre 1 y 100 Hz y trabaja con altas potencias de 150 a 400 gauss. La de alta frecuencia utiliza de 100 a 8000 Hz y con baja intensidad, de unos 20 gauss. Veamos cuáles son las diferencias en la terapia.

Diversos equipos electrónicos están diseñados para que podamos aplicar la magnetoterapia en casa . Las sesiones de tratamiento son de una a cuatro horas diarias, en ciclos de 40 a 60 días, que pueden repetirse.

Campos magnéticos de baja frecuencia

El campo magnético de baja frecuencia genera unos intensos cambios bioquímicos, que inciden en varios procesos fisiológicos. Uno de los más importantes es la normalización del funcionamiento de la bomba de sodio y potasio.

Este mecanismo mantiene alta la concentración del segundo mineral dentro de las células y estabiliza el potencial eléctrico de las membranas celulares. Es esencial para la transmisión del impulso nervioso y la contracción muscular.

Otro efecto que ya mencionamos es la acción trófica sobre los huesos, que acelera la regeneración y la cicatrización. La acción principal es el estímulo a los osteocitos, las células que producen la matriz del tejido óseo.

Magnetoterapia de alta frecuencia

Está indicada principalmente para las patologías de los tejidos blandos. Entre sus efectos está la vasodilatación, que contribuye a la curación al irrigar, nutrir y oxigenar mejor las células. Además, calma el dolor, contrarresta los procesos inflamatorios y relaja la musculatura.

Al aplicar el campo magnético de baja frecuencia o de baja de la forma apropiada, vamos a ayudar al organismo estimulando sus procesos naturales de curación. Es un tratamiento sin efectos colaterales ni dolor, efectivo en una gran cantidad de patologías.