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El colágeno es la proteína más abundante del organismo. Mantiene la estructura y elasticidad de la piel, barrera intestinal, músculos, tendones y articulaciones. Alrededor de los 40 años empezamos a producir colágeno a un ritmo mucho más lento y no cubre las necesidades de nuestro organismo. Con la edad y debido al estrés constante, las articulaciones se desgastan y el cartílago se puede romper. Es recomendable la ingesta regular de colágeno para evitar o reducir los daños.

Colágeno natural del caldo de hueso

El caldo de hueso está reconocido como uno de los superalimentos. Este caldo tan especial no se ha descubierto hace poco, ha estado presente en la cocina de muchas culturas desde tiempos inmemoriales. Y no, no hablamos de hacer una sopita muy rica, es algo bastante más laborioso. Más adelante os pongo la receta.

El colágeno que contiene el caldo de hueso crea una fina membrana en el pliegue del tracto gastrointestinal y lo protege de cualquier patógeno. Las personas con gastritis, colitis, úlceras o reflujo deben consumirlo regularmente, con unos 125 ml. al día sería suficiente para experimentar sus beneficios.

Pero el colágeno no solamente es importante para nuestras articulaciones y huesos, es imprescindible para quienes padecen osteoporosis, también para quienes necesiten reforzar su sistema inmune ya que protege y limpia el interior de los intestinos donde se producen las bacterias más importantes, para los niños que no comen bien, para gente con problemas cardíacos con una vida diaria estresante. Es especialmente indicado en caso de reducción rápida del peso ya que su ingesta hace la piel mucho más elástica y firme y evita la aparición de estrías.  Además, cuida la belleza de nuestro cabello, fortaleciéndolo y devolviéndole su brillo natural. Está muy indicado para los que hacen ayunos prolongados.

El caldo de huesos se elabora con huesos de res, pero pueden ser de cerdo, pollo o pescado.

Como preparar el caldo de hueso

Para empezar, necesitas una olla grande y buena cantidad de huesos, cuanto más picados mejor para poder extraer de ellos el máximo de elementos beneficiosos, sobre todo si se trata de huesos gordos de res o cerdo. Llena la mitad de la olla con huesos y hasta arriba con agua, cabrán 3-4 litros. Añade la verdura que te guste, por ejemplo una bandeja para hacer caldo, pon una pizca de sal. Pon una tapa hermética (sin orificio para salir el vapor). Ahora viene lo más importante, el caldo de hueso necesita cocerse 24-36 horas a fuego muy lento, lo más bajito que puedas, prácticamente nunca ha de llegar a ebullición.

Cuando el caldo de hueso esté preparado hay que colarlo y guardarlo en la nevera. Al enfriarse su estructura se verá gelatinosa. Medio vaso al día es suficiente para experimentar todos los beneficios de esta medicina natural.

Aprovecho para deciros que las ollas de cocción lenta son perfectas para preparar el caldo de hueso.